bajo un manto morado.
Reposas ausente a la vida,
la muerte te ha encontrado,
en medio de una calle sin salida.
Los coches pasan por al lado,
no titubean, ni paran.
Nadie te ve.
Solo mis ojos,
ahora recogen la imagen desnuda,
de tu cuerpo sin vida,
el cuerpo de mi mujer.
Ahora la gente se percata,
al verme agachado,
de la gran desgracia.
Me acorralan miles de ojos,
miles de bocas con miles de palabras.
Yo no oigo nada.
Tan solo quisiera escuchar de nuevo tu voz,
aunque fuera en medio de la nada,
pero el silencio retumba en mis oidos,
rodeado de gente, pero siento solo,
ante tus faldas.
Ahora la ambulancia,
ignorante de tu estado corre,
pero yo te he encontrado primero,
para mi desgracia.
Los policias cercan la zona,
ya para nada,
miles de ojos ya se han acercado,
a ver como reposabas muerta,
en una calle sin vida,
en una calle sin salida.
No me dio tiempo a detener las balas,
que han perforado tu corazón,
pero pongo a Dios por testigo,
que me hubiera puesto yo,
para recibir tal castigo,
en lugar de recibir tu,
hermosa mía,
tal traición de la vida.
Cuarenta y dos años tienes,
dentro de un año, diré, tenías,
e irán pasando los años,
sin tenerte aquí a mi lado vida mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gràcies pel teu comentari, la teva opinió ens interessa
Gracias por tu comentario, tu opinión nos interesa