LA MUERTE DEL TÍO QUICO (Manuela Llera)

miércoles, 29 de mayo de 2013

Samuel estaba absorto en sus pensamientos, cuando el sonido de su móvil desvió su atención, era su hermano Víctor. -¿Qué pasa Víctor? Que sorpresa. -La verdad es que nos comunicamos poco, pero esta vez merece la pena mi llamada, es para comunicarte una buena noticia, se nos han terminado los problemas, ¿estas de pie? pues siéntate !Ha muerto el tío Quico¡ -¡Bien! ¡Que gran noticia! entonces, ¿nos vamos al tanatorio? -al tanatorio, ¿a qué? Si no lo hemos visitado en tantos años que llevaba en la
residencia, qué vamos hacer en ese tanatorio. Quedaremos en la espera de que nos avise el notario, somos su única familia y el tío Quico estaba forrado, si papá hubiera sido como él y no hubiese fundido todo su capital, hoy no estaríamos en la completa ruina en que nos encontramos. Pero afortunadamente, se nos han terminado los problemas. A los quince días, el notario los citó. Los pasaron a una sala en la que había una sola persona, una chica de unos cuarenta años. Los hermanos se miraron entre si, un poco extrañados. Entró el notario y se sentó frente a ellos en su mesa de despacho. Muy ceremonioso, les comunicó. Paso a leer las últimas voluntades del Señor Ruiz. Sacó de un cajón un sobre lacrado y empezó a leer.-“Yo Francisco Ruiz Salgado con mis facultades mentales normales y sin coacción  de nadie, dicto ante el señor notario que: mi casa sita en la calle discóbolo numero 45 en la localidad de  Madrid, la finca y el cortijo sita en el pueblo de Torre Menga Salamanca, incluyendo animales; con la condición que se mantengan todos los obreros que allí trabajan, y, mi cuenta corriente que poseo en el banco de dos millones trescientos mil euros, pasen a Piedad Delgado, por haberme cuidado durante mi enfermedad y para recompensar los desvelos que tan cariñosamente me ha dedicado. Para mi sobrino Samuel como debe pesar ya alrededor de los cien kilos, le dejo mi silla de ruedas, porque posiblemente pronto la va a necesitar. Para mi sobrino Víctor le dejo mi bastón, como es tan sentimental, seguro que lo disfrutará con gran estima. Y eso es todo, os deseo larga vida. “Rezad una oración por mí alma“.

Francisco Ruiz Salgado

Manuela 

Recuerdos de Juventud (Angel Casas)

domingo, 26 de mayo de 2013

                    RECUERDOS DE JUVENTUD
Hoy se celebran las fiestas patronales del pueblo. Las calles se van engalanando, sus gentes salen con sus mejores galas, los más devotos van hacia la iglesia, otros se arremolinan en los quiosquillos de baratijas buscando alguna ganga, el pueblo se va animando de gentes de los alrededores, la plaza mayor se va llenando para hacerle la oferta a su Patrón San Roque.
Tres amigos están inquietos, llevan años sin verse, después de treinta años se van a volver a encontrar, en el pueblo que les vio nacer; dos de ellos, Roque y Pedro, se fueron cuando acabaron el servicio militar, para hacer fortuna; el tercero, Juan, se quedó en el pueblo ayudando a su padre que era el zapatero.  Cuando se separaron se comprometieron que cuando cumplieran los cincuenta años se reunirían en la plaza del pueblo el día del patrón, en la ofrenda.
Juan fue el primero en llegar al lugar, miró entre la gente pero no distinguió a sus amigos, pensó que no se encontrarían porque la plaza se estaba abarrotando y sería difícil verse.   Mientras por la entrada del pueblo iba un lujoso automóvil, mientras circulaba la gente se quedaba parada mirándolo y murmuraban  ¿quién será el dueño?. Hasta que llegó a la plaza.  Allí se detuvo, tocando el claxon y apareció Roque. Todos los que por allí estaban lo miraron y al unísono dijeron: ”Mira tú el hijo del revientamachos.” Ese era el apodo que le pusieron a su padre porque de tanto trabajar reventaba a los animales para poder mantener a su familia.
El tercero, Pedro, estaba sentado ensimismado viendo como jugaban los críos con un aro de hierro, pensando en cuántos niños no podían ser felices como lo eran aquellos..
Se oyó la banda de tambores y trompetas que se acercaban con las autoridades. Todo el mundo buscó un sitio donde poder ver la ofrenda al San Roque, que presidia un pequeño pedestal en el centro de la plaza. Con mucha pompa, el sacerdote bendijo la estatua; acto seguido habló la autoridad y, finalmente fueron subiendo las personas con sus ofrendas: flores, pan, queso y demás viandas que después eran repartidas por la iglesia a quien lo necesitara..
Cuando la plaza se quedó un poco más despejada, los amigos se fueron encontrando, entre abrazos y apretones de manos, les fueron viniendo a sus cabezas, todas las travesuras que habían vivido en el pueblo. Roque les comentó que viniendo con el coche había visto que en el castillo había un restaurante, que por qué no iban a comer todos allí y así tendrían el pueblo a sus pies,  podrían hablar de todo lo que ha pasado en estos años. ”No os preocupéis, invito yo” apostilló,” la vida me ha sonreído, he hecho una buena fortuna en el extranjero”.
Los tres amigos subieron en el automóvil y se dirigieron hacia el castillo. Al entrar al restaurante Roque pidió una mesa donde se pudiera ver todo el pueblo. Se aposentaron en la mejor mesa y empezaron a preguntarse por sus vidas mientras esperaban que los atendieran. Roque les preguntó por sus vidas. Juan dijo que  se había quedado en el pueblo ayudando a su padre y que ahora tenía un pequeño taller de calzado. Pedro comentó que había estado viajando por el mundo y había vuelto para hacerse cargo del negocio familiar: “ Mi padre está mal”. Roque, con tono grave les dijo: ”Seguís pensando como pueblerinos, seguís anclados en el pasado, así nunca seréis nada en la vida. Yo me fui jurándome a mí mismo que nunca más pasaría hambre y lo he conseguido”. Pedro le contestó: ¿Por eso renuncias de tus raíces?. ¿Sabes que tu madre está viva?. Roque respondió: Lo sé. Pedro ¿Sabes que lo está pasando muy mal?. Juan; No tenemos ningún derecho a juzgarle. Roque: Sois mis amigos, tenéis todo el derecho a recriminarme si lo he hecho mal. De lo que comentas, yo le paso a mi madre todos los meses una cantidad para que pueda vivir bien. Pedro: Tu madre vive prácticamente en la indigencia, en la choza donde murió tu padre y no ha sacado ni un duro del dinero que tú le mandas. Roque: No es posible. Juan: tu madre no quiere tu dinero, quiere a su hijo, verle entrar por la puerta, saber de él, lleva esperando desde que murió tu padre.  Roque: Cuando murió mi padre no tenía donde caerme muerto. Pedro: ¿De que te sirve ahora tener dinero sino tienes a tus seres queridos? Personalmente creo que tampoco eres feliz. Roque: Vosotros no os habéis dado cuenta de lo que decían en el pueblo cuando me han visto. ”Mira el hijo del revienta machos” esa, es mi historia. Pedro: Mira, yo he estado todos estos años trabajando para algunas O.N.G por todo los sitios que he podido, haí encontré mi verdadera felicidad. En el pueblo me criticaron por no hacerme cargo del negocio familiar, ahora he vuelto, no me siento cómodo, pero creo que es lo que tengo que hacer, quizás cuando mis padres mueran lo venda todo y me vuelva a ir para no volver, mi felicidad esta con los que no tienen.
Roque: Ahora entiendo tu crítica amigo, la felicidad no está en la riqueza, que verdad es.
Estoy completamente solo, mi mujer se marchó, estaba harta de mis delirios de grandeza, mis hijos no quieren saber nada de mí, todo por querer estar en un estatus que no me pertenece...Juan y Pedro, al unísono, le dijeron que ellos no querían ofenderle ni juzgarle, simplemente la conversación ha salido así. Juan, quiso quitar hierro al asunto, comentando que iba a pedir conejo a la parrilla, que allí lo hacían muy bueno. Pedro, la verdad que no es ninguna tontería, si además lo regamos con un buen tinto de la tierra. A Roque, no le salían las palabras, al final haciendo un verdadero esfuerzo, dijo: me voy a dejar llevar por vosotros como antaño, que fueron mis tiempos más felices, pues tenía familia, amigos y era inmensamente pobre.

Pedro, le preguntó ¿Te has sentido feliz en algún momento en estos años?  Roque: Si cuando tenía algo por lo que luchar. Juan: ¿Porque no sigues luchando? Roque: Porque me siento solo a pesar de estar rodeado de personas que están a mi lado por mi dinero. Pedro: Si el dinero te hace infeliz dalo a quien lo necesite, te puedo garantizar que hay mucha gente que le daría un buen fin. Roque, creo que voy hacer algo que me devolverá a mis raíces.. Pedro y Juan, ¿Que estás pensando?.  Roque: De momento vamos a  comernos este conejo a la parrilla, bebernos este buen vino de esta tierra, disfrutar de estas vistas impresionantes de nuestro pueblo y sellar nuestra más sincera amistad. Salieron del restaurante en silencio, pero orgullosos de su amistad. Se subieron en el coche se fueron para el pueblo, hasta llegar delante de la chabola de donde hacía años salió Roque, entró y se abrazó a su anciana madre, jurándole que ya no se iría más, que quería quedarse, para  invertir todo su dinero en ayudas sociales para el pueblo.
                                                                                                                    El pequeño vaporista

Festival de cinema argentí al teatre Núria Espert Sant Andreu de la Barca

sábado, 25 de mayo de 2013

La nostra amiga Rosa de Santiago, ens envia aquesta informació sobre activitats a Sant Andreu de la Barca al teatre Nuria Espert.


Amics,
Us informem que el proper divendres 31 de maig, 1, 2 de juny s´organitza el Festival de cinema argentí al teatre Núria Espert amb la col.laboració d´ADRIANA BIANCO*  actriu i periodista argentina. Us adjunto programa.
També informar-vos que dissabte 1 al matí a les 11,30h dintre del cicle "Literatura i creació" ens farà una xerrada-taller ARIEL RIVADENEYRA** del Grup Grafein.
Us hi esperem!
 
*Adriana Bianco : Profesora de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Post-Grado en la Sorbonne de París sobre Literatura Latinoamericana. Actualmente vive en Estados Unidos y es periodista independiente. Colabora en: Agencia Internacional de Noticias EFE. Obtuvo: Premio Revelación actoral-Academia de Ciencias Cinematograficas-Arg.
. Premio Trayectoria-“Cóndor de Plata”- Asociación Cronistas- Argentina . Premio “La Mujer y el Cine”- Por aporte al cine nacional.. Premio “Amigos y Amantes de México”- Mexico Tourism Board- Mexico. Premio  “Mejor entrevista” TV Channel New York-NY

  **Ariel Lucas Rivadeneira  del Grupo Grafein, Licenciado en Magisterio,Especialista en Técnicas de Lenguaje y Creatividad.Entre sus publicaciones se destacan: En tiempo de ternura, poemario (1977)Antologías de cuentos Hecho en taller I, II, III y IV (Congreso de Buenos Aires, 1980)Taller de escritura (Diseño, 1991)Taller de Escritura Salvat, obra en 7 volúmenes que abarcan diferentes aspectos de la creación literaria publicado en 60 fascículos (Salvat, 1996)El escritor y su oficio (Grafein, 1998)Así se escribe un buen poema (Grafein, 2002),etc...
 
Rosa de Santiago




CURS DE ORNAMENTS FLORALS A FONTPINEDA


Que bonica és la primavera ¡, i ja sé que és una frase molt utilitzada, però ... és que és veritat!.

Que bonica és la primavera, amb els seus colors verds, marrons, blaus, vermells, roses, grocs, els seus cels blaus, grisos i violetes de vegades. I a Fontpineda volen fer el seu propi homenatge a aquesta estació tan esplèndida ensenyant-nos a copiar els seus colors.

Si t'agrada la primavera, i les manualitats, aquí tens una oportunitat per fer els teus propis ornaments florals i tenir el seu color tot l'any a casa teva.







¡Qué bonita es la primavera¡, y ya sé que es  un frase muy utilizada, pero...¡es que, es verdad!

Que bonita es la primavera, con sus colores verdes, marrones, azules, rojos, rosas, amarillos, sus cielos azules, grises y violetas a veces. Y en Fontpineda quieren hacer su propio homenaje a esta  estación tan espléndida enseñándonos a copiar  sus colores.

Si te gusta la primavera, y las manualidades, aquí tienes una oportunidad para hacer tus propios adornos florales y tener su color todo el año en tu casa.



tel. contacte: 93 650 00 01 - Srta Reyes


Socis: gratuit - No Socis (8 euros  amb material inclòs)

TERESA RIERA

martes, 21 de mayo de 2013



Hi ha gent que tanca els ulls i en fer-ho obre l'univers, escolta els sentiments i olora els colors, sent les aromes i llavors neix i reneix creant somnis i donant llum a la nostra realitat.



Teresa Riera, pintora, escriptora, dissenyadora, membre de PallejArt, visita el seu web i gaudeix dels seus dissenys i pintures



Enllaç:  El armario de Tere

Eva Bonet

EL MALO, MALÍSIMO (Eva Bonet)

viernes, 17 de mayo de 2013


                                                               

El malo de la película estaba muy cansado. Le agotaba llevar la barba siempre mal afeitada, los dientes sucios y mascar tabaco mientras mordisqueaba un palillo. Le daba verdadero asco tener que escupir cada dos por tres. Lo peor para él era no poder lavarse durante días, gastaba una burrada en colonia,  y solo conseguía empeorar el olor a sudor y pies que le provocaban las botas gastadas de polipiel que usaba. Era un malo del oeste americano.
La chica guapa nunca se fijaba en él, y además le despreciaba, -¡pero si no le conocía siquiera!, en el cuanto lo veía, ¡venga a chillar!.

Cuando entraba en el saloon, todo el mundo le miraba. Al principio había sido duro porque él era de natural tímido. Le hubiera gustado levantar la mano y decir -¡hola!, pero eso no hubiese sido correcto, realmente estaba cansado de disimular y harto de tanto whisky, a veces solo tenía sed,- - - - un vaso de agua, por favor. ¡Y después de comer!, se moría por entrar en la tasca, sentarse en una mesa para echar una partidita con los compadres mientras se tomaba un café, “un ristretto” con  una chocolatina de puro cacao, pero tampoco podía. Tenía que sentarse en una mesa, solo, con cara de malas pulgas, mordiendo el maldito palillo y más tenso que un palo porque encima, de vez en cuando, aparecía un gallito dispuesto a demostrar su hombría a base de insultarle, ¡bufff¡, ¡que pesadez!.

Habían intentado colgarle más de diez veces por asesinato, imposible, nunca encontraron los cuerpos, el motivo era simple, ¡no había muerto!, incluso se llevaba bien con sus víctimas, era el padrino del hijo de uno de ellos.

Trabajaba para el Sr. Marshall, el ganadero más rico del condado, al principio empezó dando palizas, bueno no le parecía mal, un puñetazo por aquí, una patadita por allá y el pobre desgraciado escarmentado dejaba de hacer tonterías. Pero el día que le ordenaron matar a alguien, lo paso mal, no pudo dormir en toda la noche. Así que, cuando tenía que hacer algún trabajo hablaba con los implicados, los convencía de que cogieran sus cosas y desaparecieran como alma que lleva el diablo y luego incendiaba la casa para no dejar rastro.

Guardaba unos ahorros en el banco de un pueblo lejano, una vez al mes desaparecía para ir hasta allí a ingresar algo del dinero que ganaba y comprobar cómo iban sus inversiones, si todo iba bien en un año podría retirarse a una pequeña granja que le gustaba, estaba en negociaciones para comprarla.

Con sus pensamientos en el futuro, no vio al joven estúpido que empezó a dispararle torpemente, ocho balas al aire, una en la garganta fue suficiente. El malo de la película en su último suspiro se tapó con la mano el cuello, miró al camarero y dijo - un café por favor.

PROPERA REUNIÓ DELS ESCRIPTORS (Noticies)

miércoles, 15 de mayo de 2013




PROPERA REUNIÓ DELS ESCRIPTORS 20/05/2013 A LES  19 HORES

PORTAR UN DELS VOSTRES  RELATS PER PREPARAR UNA NOVA LECTURA QUE REALITZAREM A LA BIBLIOTECA EL DIA 4 DE JUNY DIMARTS A LES 19 HORES


Gràcies




TRAER UNO DE VUESTROS RELATOS PARA PREPARAR UNA NUEVA LECTURA QUE REALIZAREMOS EN LA BIBLIOTECA EL DÍA 4 DE JUNIO MARTES A LAS 19 HORAS


Gracias




EL TEXTO DEBE TENER UNA EXTENSIÓN MÁXIMA DE UN FOLIO A DOBLE ESPACIO Y  CON LETRA TIPO ARIAL 12


EL TEXT HA DE SER MÀXIM D'UN FOLI A DOBLE ESPAI I EL TIPUS DE LLETRA ARIAL 12

DOLOR (Eva Bonet)

martes, 14 de mayo de 2013

Escuchame, escuchame, ¿me oyes? ¿puedes oírme?, porque yo te oigo aunque no estés, te huelo aunque no estés, te siento aunque no estés, te quiero aunque no estés.

Toco mi cuerpo buscando tus manos, abro los labios esperando tus besos, cierro los ojos para verte y lloro por no tenerte.

Escuchame, escuchame, me oyes, por favor me oyes, porque yo necesito oirte siempre.

MONTSE YZERN - PINTORA (Noticies)

lunes, 13 de mayo de 2013




"Quan escric, el món real desapareix i es transforma en imatges que passen per la meva ment com una pel · lícula.

Un pintor transforma la realitat recreant llums, ombres i sentiments plasmats en tela, la reflecteix a través dels seus ulls, imagina escenes i les descriu amb pinzellades que no són altra cosa que el llenguatge del color.

"Parc a Fontpineda" Acrílic 130 x 98 -  Montse Yzern
Som autors, fins a quin punt artistes? no ho sé, qui ho sap? però si necessites escriure, ets escriptor, si necessites pintar, ets pintor, perquè l'ànima ens reclama expandir-se, fotografiant, escrivint, pintant, brodant, i omplint el món amb les nostres visions construint una realitat més amable."  
Eva Bonet.

Aquí tenim en pintura un exemple de poesia, agraïm a la
Montse Yzern, veïna nostra, que ens deixi gaudir de la seva obra des del nostre blog.


Montse Yzern


"Visió poètica" Acrílic 146 x 114

Podeu tenir més informació al seguent enllaç de facebook:  facebook Montse Yzern - Pintora

" Tempesta" Acrílic 97 x 130






Utiliza todos tus sentidos para completar tu historia (Noticies)

domingo, 12 de mayo de 2013


Para muchas personas, escribir, además de un trabajo, es una vocación. Si buscas en internet, encontrarás miles de consejos que pretender ayudarte a conseguir tu objetivo. Pero tienes que tener claro que solo eres tú quien tiene que decidir cómo va a ser tu historia y que tono va a tener. Sin embargo, nunca sobran los consejos de aquellos que alguna vez estuvieron en tu lugar pero que superaron todos los obstáculos y ahora son autores de éxito.
Para lograrlo, necesitas que tu libro y tu estilo resalten por encima de las demás. Un guiño que hará diferente tu historia y que conseguirá que esta destaque será el uso que hagas de los sentidos. De esta forma, por ejemplo, lograrás redirigir las emociones y los pensamientos de tus lectores en la dirección que tú quieras. Muéstrales el mundo que estás creando para ellos a través de descripciones en las que estén implicados el gusto, el tacto, la vista… Asocia palabras con olores que se reconozcan fácilmente, como por ejemplo, el olor a fresa, a hierba recién cortada o a frescor.
Sugiéreles a tus lectores cómo deberían sentir sus órganos sensoriales. Así conseguirás que entiendan qué está pensando tu personaje. Esta es una buena forma de diferenciar tu libro del resto.
Todo esto suena muy simple, sin embargo, necesitas saber cual es la mejor manera para llevarlo a cabo. Para que esta técnica tenga éxito, comienza incluyendo información correcta sobre nuestros sentidos al principio de tu libro y a continuación, vete añadiendo regularmente más detalles en cada escena o capítulo.
Nunca des por hecho que tu personaje lo ve todo. Describe las situaciones usando palabras sensoriales cuando sea posible y asegúrate de que las descripciones están contadas desde la perspectiva del personaje. Por ejemplo, un poeta siempre verá las cosas de diferente manera que un científico. A veces, describir los sentidos puede resultar algo complicado. Trata de investigar como lo hicieron otros autores y sigue su ejemplo.
Escribir un libro usando tus sentidos es muy diferente al uso que les damos diariamente. Sin embargo, no los dejes fuera de tu historia. Este estilo de escritura es perfecto para ayudarte a que no te inhibas, a que vivas el mundo que estás creando desde dentro. Una vez que lo logres, verás como la calidad de tu escritura y de la historia que estás contando mejora considerablemente.

ALEXANDRA MORERA - CONCURS RAPSODES 2013 - Organitzat ARC (Noticies)


Volem donar-li l'enhorabona a la nostra amiga i antiga companya Alexandra Morera pel seu premi, moltes felicitats

Alexandra Morera - Rapsoda




Fotografies Concurs de Rapsodes - 2013 (Ferran d'Armengol - ARC)

VIDAS MARCADAS - Julia Villares Anllo (Noticies)


VIDAS MARCADAS
Autora: Julia Villares Anllo

Julia Villares Anllo
 El Pasado Martes día 7 de Mayo, la escritora Julia Villares Anllo presentó con gran éxito de asistencia  su nuevo libro  titulado Vidas marcadas en La Casa del LLibre del Passeig de Gràcia, 62 en Barcelona.

Este libro es el segundo de esta excepcional escritora nacida en la localidad de Villalba (Lugo), y residente en Barcelona.

Vidas Marcadas, es un libro compuesto por treinta y ocho relatos cortos de diferente temática de contenido social. 




Pedimos a la escritora una sinopsis resumida de su nueva obra:






""De estos relatos, varios son reflejo de sensaciones o de situaciones cotidianas, no siempre afortunadas. A veces, las podemos creer ciertas o posibles, sabemos que pasan, son noticia de prensa; algunas veces son amenas, otras provocan un comentario del tipo: eso a mí no me pasaría."  Julia Villares.


Concursos en Català

sábado, 11 de mayo de 2013

Llistat de concursos literaris en català de tots els estils

anima't a participar




LA MUERTE DEL TIO QUICO (PEPI INGRAIN)


La costumbre del tío Quico de frecuentar la taberna del pueblo iba a terminar cualquier día con su salud. A sus setenta y pico primaveras su cuerpo de “fino la ina” ya empezaba a darle avisos. Su mujer, harta de que cada día pillara otra “pajarraca”, estaba la pobre histérica de los nervios.
Sobre su santa esposa, él siempre decía a sus amigotes; ¡Hay que ver como se pone cada vez que llego contento, el día que llegue borracho, me mete los ojos pá dentro!
Y es que al tío Quico, la bebida siempre le dio por la guasa.
Aquella madrugada, el teléfono sonó con insistencia en casa del sobrino de Quico y María, éste descolgó extrañado por la hora tan temprana en que llamaban en su casa,
¿Dígame? ¡Franc, soy tu tía Mari, ven a casa, pronto, por favor!
A tu tío le ha dado un pasmo, estoy muertecita del susto, ¡creo que está muerto!
¡Ahora mismo voy para allá, no te asustes que vengo enseguida!
Cuando Francisco llegó a la casa, esta ya se encontraba llena de gente, claro que, su tío era tan famoso en el pueblo como lo eran también sus “fiestas”
Encontró a su tía llorando desconsolada su triste perdida; ¡hijo de mi vida, se me ha ido, y ni tan siquiera le dio tiempo de despedirse de mí! ¡No te apures tía, es…la vida!
¡Tan bueno que era!, decía ella desconsolada.
Acercándose tímidamente al féretro de su tío ya muerto, iba ajustándose el nudo de la corbata, nervioso por la situación, al mirar a su tío ya inerte, le pareció, por un instante, ¿le pareció? ¡El muerto le observó guiñando un ojo!
No lo podía creer, lo que parecía una broma macabra, de nuevo el muerto le observó abriendo un ojo, y de golpe ¡Gritó!
¡Está vivo! Los dolientes, incluida la “viuda”, salieron todos corriendo en descampada.
Hubo alguien que, en la desesperación por salir corriendo saltó por la ventana.
Franc quedó inmóvil por la impresión; de repente, y ante sus ojos, el tío Quico se sentó en su flamante féretro y gritó: ¡Mariaaaa….ábreme la puertaaa.!

DEURES PEL DIA 20/5/2013

viernes, 10 de mayo de 2013


L'exercici a presentar a la propera classe és el següent:

Lliurar un text on el tema principal giri al voltant d'un ofici desaparegut.

L'extensió ha de ser com sempre, un foli, lletra arial 12 a doble espai.

Ens veiem a classe.





El ejercicio a presentar en la próxima clase es el siguiente:

Entregar un texto donde el tema principal gire alrededor de un oficio desaparecido.

La extensión debe ser como siempre, un folio, letra arial 12 a doble espacio.

Nos vemos en clase.

HISTORIA DE UN REPUBLICANO - PREMIO CONCURSO LITERARIO SANT JORDI 2013 PALLEJÀ


Tal como le prometí, y cumpliendo expresamente su deseo.
Hoy, once de diciembre de mil novecientos ochenta, tras el fallecimiento de Nicolás el Tuerto, rasgué el sobre, había llegado la hora de desvelar el secreto que escondía aquella carta y que había permanecido oculto durante tantos años.
Con una letra irregular empezaba así.
“Querido hijo: solo ahora es el momento de compartir contigo una parte de mi vida que quisiera no haberla vivido pero como la historia, aunque sea amarga es historia, quiero que la conozcas porque tú eres para mí la prolongación de mi vida.
Agustín Rueda
Nicolás y yo éramos grandes amigos, con la salvedad que él había nacido dentro de una familia burguesa dado que sus padres poseían una gran fortuna. Pero eso no fue suficiente para separarnos, habíamos crecido juntos, fuimos amigos desde nuestra más tierna infancia, habíamos compartido muchas cosas: juegos, correrías, y las primeras letras del abecedario; también los primeros amores de niños. Pero llegó el momento que el dinero nos jugó una mala pasada. Cierto día, en el patio del colegio, me dijo: -Manuel, en mi casa han decidido que prosiga mis estudios en Madrid, tendré que vivir allí todo el año, con esto te quiero decir que solamente estaré aquí hasta final de este curso, pero no te preocupes que nuestra amistad nunca nada ni nadie la podrá malograr por mucha distancia que haya de por medio.
Por un momento, no supe que responder, pero rehaciéndome de mí asombro le dije que no se preocupara, que como él bien decía, nuestra amistad estaba por encima de la distancia, y que para eso estaban los veranos, para vernos y recuperar el tiempo perdido.
Pero el tiempo fue implacable y se hizo corto, muy corto.
Llegó el verano, y con él las vacaciones que intentamos vivir sin darnos descanso, pero irremediablemente nuestro tiempo pasó. Quince días antes que empezara el curso, mi amigo, siguiendo el destino que le habían marcado, emprendió su viaje hacia la capital, Madrid.
En contra de lo que habíamos planeado, pasaron los años y no volvimos a vernos y, cuando lo hicimos fue en una situación desesperada.
***
Agustín Rueda en la entrega de premios
El dieciocho de julio del año mil novecientos treinta y seis, el General Franco, con un grupo de rebeldes militares se alzó contra el gobierno legal de España. Jóvenes y mayores nos vimos en la necesidad de elegir en qué lado de la contienda teníamos que luchar aunque a algunos no les dieron esa opción; yo me decanté por el bando que se acercaba más a mis ideas políticas, así que me alisté con el ejército Republicano. 
Una noche nos citaron en la plaza del pueblo, a Julián, a Lorenzo y a mí, fue la última vez que nos vimos.
A media noche, llegó a la plaza un camión que ya venía lleno de soldados que iban recogiendo por los diferentes pueblos de la comarca, como pudimos nos apretujamos en su caja, sin más dilación partimos con dirección a Zaragoza. 
Hacía frio, al mando iba un viejo sargento qué nos dijo que no nos preocupásemos que llegaríamos a Zaragoza sobre las seis de la mañana, nos concentrarían en un cuartel y que nos adiestrarían en el manejo de las armas, que no tuviéramos miedo, que había llegado el momento de luchar por una patria que estaba en peligro y nos necesitaba, que derrotaríamos al enemigo costase lo que costase.
Durante el trayecto nos ofreció en tres ocasiones café, y paró el camión dos veces para 
desentumecer los músculos. 
Eran las seis de la mañana cuando alcanzamos las puertas de la ciudad de Zaragoza. Hacía rato que una llovizna persistente y helada nos picoteaba el rostro, nos pegamos unos a otros para darnos un poco de calor.
El agua del caudaloso Ebro corría desesperada, como si tuviese prisa en llegar a algún sitio para mi desconocido.
La Basílica del Pilar, con sus encrespadas torres quedó a nuestra derecha, los cuarenta hombres que allí viajábamos, no se sí todos éramos creyentes, lo cierto es que todos levantamos la cabeza y en algunos labios se pudo leer una oración.
El cuartel estaba emplazado en una avenida ancha, larga. Al llegar a la puerta el centinela nos dio el alto, se cuadró ante el sargento Pérez y cruzó unas palabras con él sin bajarse del camión. El centinela hizo sonar un silbato y nos hizo pasar a un patio interior donde nos recibió un joven teniente.
Nos hicieron descender, nos llevaron a un barracón, y nos dieron una manta para amortiguar el frío, pasamos al comedor y nos ofrecieron un desayuno, un trozo de pan duro con dos sardinas de lata y un café, según el mismo sargento que había hecho el viaje con nosotros, nos serviría para entrar en calor.
Durante dos años conocí muchos hombres de distintos lugares de España, andaluces y extremeños sobre todo. Pasé por diferentes frentes donde vi morir muchas personas sin poder hacer nada por ellas, sólo en algunos casos pude darles el valor que a mí me faltaba antes de que iniciaran su último viaje. 
Un día, en un pueblo de Aragón, las fuerzas franquistas nos acosaban endiabladamente, nuestra resistencia era débil. De un grupo de cincuenta hombres habían caído la mitad, los que quedábamos estábamos angustiados, no podíamos aguantar por mucho tiempo las envestidas de las tropas de Franco, pronto tendríamos que tomar una decisión, el teniente que teníamos al mando dio la orden de retroceder, nos parapetamos en una casa deshabitada a las afueras del pueblo, pero el enemigo no tardó en rodearnos y a pesar del gran esfuerzo realizado no pudimos contenerlos.
¡No quiero ninguno vivo! Escuchamos que decía el que seguramente estaba al mando. A los diez hombres que aún quedábamos en pie nos hicieron tirar las armas en un rincón. De pronto, no sé de donde salió, una fuerte patada se estrelló en mi estómago que me hizo doblarme como un junco: -de este cabrón me encargo yo mi teniente, -¿es que lo conoces sargento Nicolás? –Sí, sí somos viejos conocidos, la suerte me ha acompañado y lo ha puesto de nuevo en mis manos, no va a tener tiempo de arrepentirse de haberme conocido.
-bien sargento, encárgate de él, asegúrate de que nunca más respire, pero llévatelo fuera por hoy no quiero ver más muertos. 
Con el mosquetón apoyado en los riñones nos sacaron de la casa, los diez hombres sabíamos que nos había llegado la hora, dándome un fuerte golpe en la espalda el sargento le dijo a sus hombres, a este me lo llevo yo, quiero tener una animada charla con él antes de mandarlo con el diablo. Ya era noche cerrada, a empujones me separó del grupo y dimos un rodeo a la casa tragándonos la oscuridad.
-Manuel- me dijo, -perdóname, nunca pensé que nos encontráramos en esta situación.
Yo me quedé perplejo, hasta entonces no le había mirado a la cara.
Nicolás se abrazó a mí rodeando mi espalda con sus brazos y antes de que pudiera hablar me dijo –calla no digas nada, solo escúchame, ahora nos vamos a separar, aprovecha la noche y escóndete, nosotros dentro de un rato volveremos al pueblo, cuando pase un tiempo, ¿Ves el camino que tenemos en frente? A una hora caminando encontrarás un caserío donde vive una familia amiga mía, el dueño es una buena persona, se llama Serafín, enséñale esta moneda, dile que vas de parte del sargento Nicolás, sabrá qué hacer contigo. Nos dimos un abrazo y me introduje en la espesura del bosque. No había trascurrido ni un minuto cuando sonó un disparo seguido de otro.
***
Cuando Serafín tuvo la moneda en sus manos, la examinó atentamente. Sus ojos lo delataron, no sé que podía significar para él pero puedo asegurar que le trajeron recuerdos que tenía guardados.
Serafín era un hombre de unos cincuenta años, alto, y aunque un poco curvado se apreciaba que en su juventud había sido un hombre fuerte. Su mujer se llamaba Matilde, Mati para su marido, era tierna y bondadosa, pero desde hacía tiempo la sonrisa se le había borrado de los labios. La hija era una chica alta, bella, y espigada. Su hijo Samuel, algo más joven que ella, estaba en el frente.
Todas las noches después de cenar charlábamos de muchas cosas, pero en particular de aquella injusta guerra que tenía la España dividida. Lo último que sabía de su hijo Samuel, era que se encontraba luchando por la defensa de Teruel, acosada por las tropas Nacionales. Su hijo Samuel y Nicolás se habían conocido en la universidad y desde entonces se profesaban una gran amistad. 
Estuve en casa de Serafín seis meses, hasta que finalizó la guerra. Las noches se me hacían interminables. Soñaba con regresar a mi tierra, a mi pueblo, a mi casa. 
Por fin en él año treinta y nueve, se dio por terminado el conflicto. Un día por la mañana me despedí de aquellas buenas personas que me habían tratado como a un hijo. Me prepararon un morral con provisiones para el camino y emprendí el regreso hacia mi querida Lérida. Cuánto había añorado mi tierra, por fin volvería y si Dios me lo concedía nunca más la abandonaría.
Tres meses más tarde regresó Nicolás. Al segundo día de estar en el pueblo, al atardecer me vino a visitar, en su cara llevaba marcada la tragedia vivida. Pocos días después de nuestro encuentro en la batalla, un casco de metralla le había alcanzado el rostro y había perdido el ojo izquierdo.
Delante de una botella de vino conversemos durante toda la noche, sobre todo de nuestro accidentado encuentro, de todas las amarguras y calamidades vividas, es por eso que llegamos a la conclusión de que lo que pasó aquella desgraciada noche no tenía que salir a la luz, que todo estaba muy reciente y mejor mantenerlo en secreto toda nuestra vida. 
De mi te he contado muchas cosas, este es el eslabón que te faltaba para completar mí historia, espero que te ayude a entender muchas cosas que antes para ti no tenían explicación.
Te quiero mucho hijo”.

Autor: Agustín Rueda
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